La Alineación en Onda Seno de los Lugares Sagrados

Un círculo perfecto que biseca la Tierra, describe la alineación de lugares energéticos sagrados: un aro de luz. Al sureste de la Esfinge, justo al este de la pirámide más pequeña se encuentra la enorme muralla de piedra caliza que define una alineación angular no vista en ninguna otra parte del complejo de Gizeh. El Muro del Cuervo es una pared megalítica de 180m de largo por 9m de altura, atravesada por un portal cuyo dintel se encuentra entre las piedras colocadas más grandes de la meseta de Gizeh.

La sillería encajada de la entrada a la meseta es reminiscente de la talla de piedra presente en Los Andes, en particular del yacimiento megalítico de Saqsaywaman, en el Perú actual, en la antigua capital Inca de Cuzco. El gigantesco Muro del Cuervo no sigue la alineación piramidal con los polos geográficos, sino que está en un ángulo de 5º norte directamente desde el este. La pared describe una división de dos hemisferios a lo largo de la circunferencia de la tierra siguiendo "el vuelo del cuervo", pasando por las antípodas de Gizeh en el océano Pacífico a los 30º sur, 149º oeste. A lo largo de este trayecto en línea recta se encuentran al este los templos Angkor de Camboya y al oeste las líneas de Nazca en Perú, una alineación descrita como la Onda Seno de los lugares antiguos por Jim Alison. El Muro del Cuervo comienza y termina en puntos nodales de la estructura de resonancia magnética, revelando las profundas relaciones entre los patrones de resonancia invisibles y la disposición de las pirámides de piedra caliza en el complejo arquitectónico de Gizeh. Igualmente, su nombre es otra referencia psicoacústica del vuelo y del patrón de la onda seno producido por el aleteo del pájaro, tal como se ha observado en numerosos lugares ubicados a lo largo de su precisa circunferencia planetaria, como el colibrí de Nazca.

La circunferencia de la onda seno es una mitad de la alineación tetrapolar que esta desfasada en la misma medida en que lo está el Polo Norte magnético del geográfico, el eje de rotación de la Tierra. Una línea perpendicular al Muro del Cuervo pasa a través del centro de la Gran Pirámide de 5º oeste en dirección norte, describiendo la alineación de las pirámides con el Polo Norte magnético, el cual fluctúa alrededor de 78.3º norte, 104.0º oeste en el ártico canadiense. La distancia en millas del Polo Norte magnético a Gizeh es idéntica a aquella entre Gizeh y Angkor, ambas alrededor de 4.754 millas de Gizeh (F#359), a lo largo de un par de circunferencias perpendiculares que dividen la Tierra en cuatro. Estos dos círculos intersecantes de lugares alineados definen el eje de las ondas estacionarias tetrapolares descritas aquí como Resonancia Magnética. Si se dibuja un gran círculo que pase por todos los puntos a la distancia de 19,1% de Gizeh, Angkor se encontraría exactamente al 25% de su circunferencia del Polo Norte magnético. Este triángulo isósceles de lugares delinea los dos meridianos primos que pasan por Gizeh, a unas distancias resonantes que también son números primos. Este análisis se enfoca en las relaciones de línea recta basadas en el número phi a lo largo de este eje tetrapolar, para revelar las estructuras acústicas no lineales de onda estacionaria que subyacen al modelo de Onda Seno descrito por Alison.



La proporción áurea o phi es expresada con exactitud en las distancias de la circunferencia global entre Gizeh, Angkor y Nazca. Debido a esta proporción perfecta cualesquiera tres números consecutivos de la serie Fibonacci pueden ser usados para describir con exactitud sus distancias proporcionales, la unidad de medida misma depende del triplete de números Fibonacci que se escoja. El triplete Fibonacci que comienza en el número primo F#137 expresa exactamente las distancias de la circunferencia de onda seno como un porcentaje de la circunferencia total. El triplete Fibonacci que comienza con el siguiente número primo en la serie F, #369, expresa precisamente las distancias de la circunferencia de onda seno en millas. Esta profunda relación subyacente adopta la aplicación del conjunto de Mandelbrot, el cual ha sido visto por muchos como un constructo fundamental del universo. El alto grado de exactitud de estas alineaciones obliga a la conclusión de que la capacidad para la observación aérea de la humanidad antigua sobrepasa en mucho la capacidad actual. Además, la aplicación de números primos de 75 dígitos que coinciden con la serie Fibonacci demuestra claramente el avanzado estado de conciencia de la sociedad antigua.

La distancia de la circunferencia terrestre desde Gizeh a cada antiguo lugar resonante coincide precisamente con dos secuencias separadas de nueve dígitos en la serie Fibonacci, la cual se muestra completa en el Apéndice II, basado en información de GPS y para 127 lugares. Estos lugares megalíticos y de tierra reflejan con precisión la secuencia Fibonacci #131-139 x 10-27 en distancias de circunferencia porcentuales. Este conjunto de relaciones phi entre lugares también es reflejado por la secuencia Fibonacci #353-361 x 10-71 en millas con una exactitud de hasta cinco dígitos. Ambas secuencias están ligadas por una tríada de números primos Fibonacci consecutivos: 131,137 y 359. Este triplete está ubicado en un lugar primo dentro del orden de la serie Fibonacci (131, 137 y 359 son números primos) y sus valores son números primos también:

1066340417491710595814572169, 19134702400093278081449423917 y

475420437734698220747368027166749382927701417016557193662268716376935476241

Esta interesante relación de números primos Fibonacci en secuencia es presentada en el Apéndice I, incluyendo una lista de los primeros 16 de tales números en la serie Fibonacci. Ya que el origen antiguo de la milla es desconocido, estas precisas alineaciones no lineales recientemente reconocidas indican que la milla es una unidad de medida heredada de los propios constructores de las pirámides. Esta antigua aplicación de la progresión Fibonacci no lineal de phi (1.618) para calcular locaciones resonantes de infrasonido es posible gracias a la naturaleza auto-semejante de la serie Fibonacci, estableciendo que todos los muestreos consecutivos de la secuencia expresan proporciones idénticas independientemente de su magnitud. Por esta razón, cualquier secuencia de nueve dígitos de la serie Fibonacci reflejaría con precisión las distancias de los sitios megalíticos desde Gizeh. ¡Al parecer la milla es una unidad de medida específicamente calibrada para calcular cómodamente los patrones de resonancia global a través de la aplicación de las secuencias de números Fibonacci! Los constructos matemáticos actualmente atribuidos a Fibonacci y Mandelbrot son sin duda redescubrimientos de la geometría sagrada, literalmente usados para unificar la conciencia de la humanidad en tiempos antiguos.









Traducido por Sombrazul
Copyright 2006-2013 Alexander Putney